Por qué Fuenlabrada sí en fiestas.
- Noelia Nuñez
- 10 sept 2017
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 12 feb 2021

Un año más llega septiembre, y si eres fuenlabreño sabes lo que significa. Vallas puestas, las calles del centro vuelven a limpiarse después de un año de dejadez, los libros de las peñas y cómo todas tus conversaciones acaban siendo de lo mismo: las fiestas.
¿Que qué son las fiestas? Las fiestas de Fuenlabrada son lo que llevas esperando desde el 18 de septiembre del año anterior. Son los nervios previos, el #13S: desfile de peñas pidiendo agua a los balcones y su calle de la Arena como broche final, el día del Cristo, su misa con posterior limonada y su procesión por la tarde; los toros en la plaza portátil a la que está condenada nuestra ciudad, la visita a Las Rosquilleras y sus huevos fritos después de los encierros por la mañana, son el “vermut” en la Plaza y bailar con la charanga, despertarse para las comidas después de toda la noche de fiesta, ver a gente vestida de peñista 24 horas. Las fiestas son saludar a la gente por su mote, el acento fuenlabreño en su máximo esplendor, los ya famosos tours por todas las peñas: hoy en la tuya, mañana en la mía. Son las anécdotas, las risas y los buenos momentos, la depresión cuando acaban. Pero, en definitiva, las fiestas de Fuenlabrada son lo que son no por el trabajo del equipo de gobierno o por los artistas que vienen. Las fiestas son lo que son por las peñas, por la gente que mantiene las tradiciones, por aquellos que las viven y aquellos que las sienten.
Y para nosotros, las fiestas también significan caseta. Montarla los días previos y que esté todo listo para el 11, la comida de caseteros, las visitas que recibimos, limpiar las mesas, bocadillo de panceta ¡oído cocina!, compartir horas y horas o turnos y turnos con tus compañeros. La caseta es diversión, pero también es acabar agotado y que aún te queden ganas de salir esa noche. Es poner tu música los ratos que nos dejan, hablar por el micrófono y el Rincón del Mojito. El trabajo en la barra, en la cocina, fuera y dentro. Es quedarte sin algo fundamental y tener que recorrerte Fuenlabrada a pie para encontrarlo y que todo siga funcionando. Las fotos, posando o desprevenido, las pulseritas con la bandera de España que tanto gustan, el compañerismo que se genera entre nosotros y las demás casetas. Conocer a gente, hablar y compartir, ponerte la camiseta y trabajar como el que más. La caseta significa no parar ni para descansar un segundo, pero sin duda significa unidad, compañerismo y risas, ¡muchas risas!
Por eso mismo, os invitamos a que nos visitéis y compartáis con nosotros buenos momentos en estas fiestas.
¡Y QUE VIVAN LAS FIESTAS, EL CRISTO DE LA MISERICORDIA, FUENLABRADA Y NUESTRA CASETA!
Noelia Núñez González
Presidenta de Nuevas Generaciones Fuenlabrada
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